Casi desde la primera fase del estudio del Coronavirus, muchos expertos lo sugerían, pero, ¿realmente la vitamina D elimina el riesgo de UCI en los casos de COVID-19? Cada vez hay más evidencia de que es así.
Pues bien, acaba de publicarse el primer ensayo controlado aleatorio (ECA) de la efectividad vitamina D en casos de COVID-19, y hay muy buenas noticias. Los resultados son excelentes y arrojan lo siguiente: la vitamina D eliminó casi al completo las probabilidades de requerir tratamiento en la UCI.
Y aunque el número de muertes ocurridas durante el ensayo fue demasiado pequeño para decirlo con certeza, se sugiere también que la vitamina D puede eliminar el riesgo de muerte por COVID-19. Es más, con un nivel óptimo de Vitamina D, conseguiríamos pasar el Coronavirus sin apenas trastornos, y con una reducción en las secuelas.
Vamos a analizar el estudio, y a ver cómo podemos incrementar nuestros niveles de vitamina D en sangre, gracias entre otras cosas a nuestro nueva lámpara de Vitamina D, ya disponible para nuestros clientes en Agatha Clinic.
El primer ensayo controlado aleatorio sobre vitamina D y COVID-19 en el mundo.
Este ensayo del que hablamos, el primero en el mundo realizado de manera controlada, se realizó en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba. En él se incluyó a 76 pacientes con neumonía causada por el COVID-19, es decir, en un estado ya avanzado del virus.
Aunque este ya no es el estándar de atención para los casos de COVID-19, todos los pacientes incluidos en el ensayo fueron tratados con hidroxicloroquina y azitromicina y, cuando fue necesario, un antibiótico de amplio espectro.
La admisión a la UCI se decide por un comité multidisciplinario compuesto por especialistas en cuidados intensivos, neumólogos, especialistas en medicina interna y miembros del comité de ética.
Los pacientes fueron asignados al azar para recibir o no vitamina D en una proporción de 2: 1. Esto resultó en 50 pacientes en el grupo que recibía vitamina D como tratamiento y 26 pacientes en el grupo de control.
Protocolo de tratamiento con vitamina D
Para el ensayo, se estableció que la vitamina D se proporcionaría como calcifediol oral, también conocido como calcidiol, 25 (OH) D y 25-hidroxivitamina D. Este es un metabolito de la vitamina D que produce nuestro hígado. Es la forma principal de vitamina D que circula en la sangre y la usamos como medida del estado de la vitamina D.
Las trazas de 25 (OH) D se encuentran en los alimentos y es cinco veces más potente que la vitamina D. Como se describe en la página 255 del Informe DRI de 1997, a la 25 (OH) D se le asigna un valor de unidad internacional (UI) que la iguala a la vitamina D. Mientras que un microgramo (mcg) de vitamina D es 40 UI, 1 mcg de 25 (OH) D es 200 UI.
El tratamiento en este ECA fue cápsulas blandas de 532 mcg de 25 (OH) D el día 1 de ingreso al hospital, seguido de 266 mcg los días 3 y 7, y luego 266 mcg una vez a la semana hasta el alta, ingreso en UCI o muerte del paciente tratado.
Esto es equivalente a 106.400 UI de vitamina D el día 1, 53.200 UI los días 3 y 7 y 53.200 UI semanales a partir de entonces. Si se administrara en dosis diarias, equivaldría a 30.400 por día durante la primera semana, seguida de una dosis de mantenimiento de 7.600 UI por día.
Antes del ensayo, no se midió el estado de vitamina D de los pacientes. Sin embargo, el estado medio de vitamina D en esta región de España durante la época del año en la que se realizó el estudio es de 16 ng/mL. Una dosis única de 100.000 UI de vitamina D tiende a elevar una 25 (OH) D de 10 ng/mL en el rango de 20-30 ng/mL. Esto llevaría el estado de vitamina D de los pacientes al rango de 30-40 ng/mL al final de la semana. Del estudio se desprende que la mayor parte de la curación tuvo lugar en el rango de alrededor de 40 ng/mL. .
Los resultados: casi la abolición del riesgo de la UCI
Los resultados son excelentes. El 50% del grupo control (13 personas) requirió ingreso en UCI. Solo el 2% de los del grupo de vitamina D (una persona) requirió ingreso en la UCI.
Expresada como riesgo relativo, la vitamina D redujo 25 veces el riesgo de ingreso en la UCI. Dicho de otra manera, eliminó el 96% del riesgo de ingreso en la UCI. Expresada como una razón de probabilidades, que es un concepto menos intuitivo pero que se usa a menudo en las estadísticas porque da una estimación del efecto del tratamiento que sería constante en los escenarios con diferentes niveles de riesgo, la vitamina D redujo las probabilidades de ingreso en la UCI en 98%. De cualquier forma, del ensayo se desprende que la vitamina D prácticamente eliminó la necesidad de ingresar en la UCI.
Debido a que el estudio es pequeño, las posibles variables de confusión no se distribuyeron perfectamente de manera uniforme entre los dos grupos. Hubo más presión arterial alta en el grupo de control, y hubo un número límite mayor de pacientes con diabetes en el grupo de control.
Aunque no es estadísticamente significativo, el grupo administrado con vitamina D tenía más personas mayores de 60 años y cinco veces más personas con trasplantes de órganos o que tomaban medicamentos inmunosupresores. Para tener en cuenta todas estas diferencias, las ajustaron estadísticamente. En el modelo ajustado, la vitamina D aún redujo las probabilidades de ingreso en la UCI en un 97%, con un intervalo de confianza del 95% que varía entre un 75% y una reducción del 99,7% en las probabilidades.
¿La vitamina D también eliminó el riesgo de muerte?
Todos los pacientes tratados con vitamina D fueron dados de alta sin complicaciones. La mitad del grupo de control, no administrado con Vitamina D fue dado de alta sin ingreso en la UCI. Entre la otra mitad, 11 fueron finalmente dados de alta de la UCI y 2 murieron.
Aunque, afortunadamente, hubo muy pocas muertes para realizar estadísticas, ya que los pacientes generalmente serían admitidos en la UCI antes de morir, y dado que la vitamina D casi abolió el riesgo de ingreso en la UCI, podemos inferir que en un estudio más grande con más muertes, la vitamina D probablemente aboliría o casi aboliría el riesgo de muerte.
Comparación con estudios observacionales
Estos resultados son consistentes con los estudios observacionales hechos hasta la fecha sobre vitamina D y Coronavirus. En el primero de ellos encontraron que el 96% de los casos graves y críticos ocurrieron con 25 (OH) D por debajo de 30 ng/mL, mientras que el 97,5% de los casos leves tenían 25 (OH) D por encima de 30 ng/mL.
Este estudio observacional no pudo medir el efecto sobre la mortalidad, pero las dos muertes ocurrieron en el grupo de control y la casi abolición del riesgo de UCI sugiere que la muerte también estaría casi abolida.
En otras palabras, el primer ECA muestra que el efecto de la vitamina D está más cerca de las estimaciones más extremas de los primeros estudios observacionales que de las estimaciones más moderadas de los estudios más recientes.
Los estudios observacionales sobre el riesgo de infección son más débiles que los de gravedad y mortalidad (ver aquí, aquí, aquí y aquí), pero este ECA no analizó el riesgo de infección.
Este estudio es el estudio más importante sobre vitamina D y COVID-19. Desde que se publicó el primer estudio de vitamina D el 23 de abril, hemos estado esperando datos que puedan determinar si la asociación entre la incidencia, la gravedad y la mortalidad de la vitamina D y el COVID-19 es causal.
Este estudio resuelve la pregunta: sí, es causal.
Es importante que los científicos reproduzcan los hallazgos de los demás. Los estudios futuros con poblaciones más diversas pueden revelar diferencias en la respuesta entre diferentes poblaciones.
Los estudios futuros más amplios refinarán con mayor precisión el efecto exacto de la vitamina D. Los estudios futuros con diferentes protocolos de dosificación, en diferentes contextos (por ejemplo, sin el uso de hidroxicloroquina y azitromicina, o con la administración de otros medicamentos o nutrientes) agregarán matices a nuestra comprensión del efecto de la vitamina D.
Sin embargo, dado que mantener la 25 (OH) D por encima de 30 ng/mL beneficioso, sería irresponsable no interpretar este estudio como una prueba definitiva de causalidad. Como mínimo absoluto, mantener el estado de vitamina D en este rango debe ser parte del mensaje de salud pública para reducir el riesgo de COVID-19, y la 25 (OH) D debe ser examinada universalmente en todos los hospitales para ser tratada en cualquier persona con COVID-19 así como examinada en todos los centros de pruebas cuando se realizan las pruebas de anticuerpos y PCR, para que todos conozcan no solo su exposición a COVID-19 sino también su estado de vitamina D. Si es bajo, se les debe dar consejos sobre cómo volver a la normalidad.
Cómo actuar sobre estos hallazgos
La mejor manera de actuar sobre estos hallazgos es mantener la 25 (OH) D en 30-40 ng/mL. Este es el punto óptimo de acuerdo con la literatura observacional, y si asumimos que los pacientes del ECA español llegaron con 16 ng/mL, 30-40 ng/mL probablemente se aproxima a su nivel sanguíneo promedio durante el transcurso de su recuperación.
Esto también es consistente con otras métricas del estado óptimo de vitamina D. La mortalidad por todas las causas es la más baja, alrededor de 28 ng/mL, según un metanálisis de ocho estudios europeos, siete realizados en la población general, que combinan datos de poco menos de 27.000 personas.
Pero ¿Cómo aumentamos los niveles de Vitamina D en sangre?
Exposición al sol: La manera más eficaz de incrementar nuestros niveles de vitamina D es exponer al sol el máximo de piel posible, sin protección y cuando el sol tenga un ángulo de inclinación superior a 30º. Esto choca con las recomendaciones oficiales de no tomar el sol durante las horas centrales del día.
Para conseguir la cantidad adecuada de Vitamina D, sin correr los riesgos que tiene la exposición al sol, bastará con conocer el tiempo que podemos permanecer sin protección sin quemarnos. A esto, y a estimar la cantidad diaria que necesitamos, nos puede ayudar la App para móviles D Minder.
Ahora bien, no resulta fácil mantenerse en estos mínimos de Vitamina D necesarios, especialmente en otoño e invierno, cuando las horas de sol son menores, y además, por la posición del sol sobre el horizonte los rayos tienen menos poder para darnos la vitamina D. Por eso, y para ayudarte a conseguir niveles óptimos de Vitamina D en sangre, hemos introducido entre nuestra cartera de servicios de belleza y salud, la lámpada de vitamin D Sperti.
La lámpara de Vitamina D Sperti es el único dispositivo en el mundo reconocido por la FDA y avalado por multitud de estudios sobre la Vitamina D, que consigue simular los rayos UV del sol, responsables de proporcionar la vitamina D a nuestro organismo. Y lo mejor es que para conseguir tu dosis de vitamina D necesaria, únicamente necesitas 5 minutos de exposición, 3 veces a la semana.
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A través de ciertos alimentos: La segunda mejor manera de obtener vitamina D es a través de los alimentos. Sin embargo, son pocos los alimentos que la proporcionan y en una cantidad reducida. Pescados grasos como el salmón, el atún o las sardinas, productos lácteos como el queso fresco o la leche, y algunos tipos de setas son las mejores fuentes. Sin embargo, es muy difícil conseguir alcanzar ni mantener unos niveles adecuados de Vitamina D en sangre únicamente con la alimentación, por lo tanto la exposición al sol o lámparas de vitamina D es imprescindible.
Suplementación: Cuando no podemos acceder al sol ni a lámparas de vitamina D, y al no poder conseguir la Vitamina D suficiente con los alimentos, tenemos la opción de la suplementación. Es la manera menos recomendada y debe de realizarse siempre bajo supervisión experta, ya que puede interceder con otras vitaminas esenciales como la vitamina A, y con minerales también fundamentales como el magnesio o el zinc.